Clínica Boccio sería, una vez más, de los primeros centros de ortodoncia en España en asumir el reto de producir en 3D sus propios alineadores
El pasado mayo Invisaling (primer productor mundial) reunió en Londres a los 90 doctores del mundo más experimentados en el uso de los alineadores. Muchos eran norteamericanos, pero había también doctores japoneses, chinos y sudamericanos. Los europeos eran minoría y de España solo fueron invitados cinco (5) doctores del Grupo Ortodoncis, entre ellos el Dr. Boccio.
Consecuencia de esta reunión ha sido la reciente visita del doctor Fernando Boccio a la clínica del doctor Yann Le Fur en Lyon, Francia. Este doctor es el titular de una de las mayores clínicas de ortodoncia del país galo y el doctor Boccio quería comprobar sus avances en la elaboración de sus propios plásticos para los tratamientos de ortodoncia invisible, habida cuenta que la clínica onubense es de las primeras en España en haber alcanzado el certificado Diamond, es decir, haber superado los 1.000 pacientes tratados con Invisalign.
Doctor Boccio, ¿Por qué decide usted ir a la consulta de su colega el Dr. Yann Le Fur?
El doctor Yann Le Fur ha hecho una inversión muy importante para ser capaz de fabricar los alineadores en su propia clínica. En los últimos 10 años hemos migrado de la ortodoncia tradicional con brackets a la ortodoncia plástica. Sin duda, la ortodoncia plástica será la única ortodoncia que realizaremos en pocos años y ya las clínicas más importantes han hecho una transformación en este sentido, como ha sido el caso de nuestra clínica, así como el de todas las clínicas del grupo Ortodoncis.
¿Está usted pensando entonces en fabricar los alineadores en su propia clínica?
Sin duda es el futuro que vislumbramos. Cada clínica dispondrá de una impresora 3D y de un software especializado que permitirá imprimir el plástico individualizado para cada uno de nuestros pacientes. Actualmente, eso es muy complejo y por eso la visita era muy importante para nosotros. Es muy complejo porque las grandes marcas desarrolladoras de este tipo de tratamientos tienen patentes muy protegidas que impiden que la tecnología se expanda por el mundo.
¿Cuáles son los principales obstáculos para desarrollar aquí esa tecnología?
Tenemos dos frenos fundamentalmente, uno es el software que permite que una vez tengamos la impresión 3D de los dientes de nuestro paciente, podamos individualizar estos dientes, moverlos independientemente hasta conseguir la posición ideal que busquemos para él. Una vez tengamos esa posición ideal, el software nos dicta los pasos que hay que realizar desde la posición inicial hasta la posición final. Y poder enviar a la impresora el número de plásticos necesarios para realizar estos movimientos.
El segundo gran escollo es el material, pues no existe aún un material que sea utilizable en la boca y que pueda ser impreso directamente con la impresora 3D. Ahora tenemos que imprimir los modelos del paciente en 3D y sobre estos modelos con una ‘termoformadora’ realizar los plásticos para cada uno de los estadios de los movimientos necesarios.
¿Y en esa fase es en la que el compañero ortodoncista francés ya ha avanzado?
Exacto. Este proceso es el que el doctor Yann Lafur tiene definido y en el que está trabajando activamente. Básicamente hemos tenido una reunión para poner en común nuestras ideas, para revisar el software y los procesos de impresión y para ver cómo sería posible mejorar todo esto.
¿Cuáles son los siguientes pasos o proyecto a realizar de forma conjunta?
La hija del Dr. Lafur, Alice, termina sus estudios en Odontología en Madrid. Hemos quedado que visitará a mi hija Leire para informarse sobre el Máster en ortodoncia plástica que ha cursado mi hija, que es el primer Máster Europeo en ortodoncia plástica, y también visitará nuestros centros en Madrid en la calle Sagasta y en la calle Alcalá (Smilein). Estos centros son exclusivos en ortodoncia plástica. En estas visitas seguiremos intercambiando conocimientos y experiencias para seguir avanzando en el objetivo de facilitar y mejorar la ortodoncia invisible.
Aunque sea aventurado, ¿De qué plazos hablamos? ¿Quizás en uno o dos años el Grupo Ortodoncias y la propia Clínica Boccio podrían realizar tratamientos de ortodoncia invisible con alineadores desarrollados directamente en sus laboratorios de prótesis e instalaciones?
Bueno, depende de la tecnología, a veces los avances son muy rápidos y a veces se requiere de muchos meses para encontrar la fórmula que los haga rentables y sencillos. Y como decía antes, las empresas se protegen y guardan sus patentes celosamente, impidiendo que se propaguen estos procedimientos. Aun así, creo que en 2-3 años tendremos esto que vislumbramos ya.
El Dr. Le Fur en las proximidades de su ‘Clínica de la sonrisa’ en Lyon.
Las instalaciones del Dr. Le Fur destacan por su modernidad y el novedoso equipamiento.
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