Lo que se conoce como matar el nervio, es en realidad un tratamiento de endodoncia. Cuando no cuidamos nuestra salud bucodental lo suficiente, o por culpa de un golpe, es necesario realizar este procedimiento para que no vaya a más, ya que si no se trata puede desembocar en la extracción de la pieza dental.
Los dientes en su interior cuentan con muchos nervios y vasos sanguíneos, que nos aportan los nutrientes que necesitan. Estos nutrientes entran por la punta de la raíz, que cuando somos adultos se estrecha. Esto provoca que los nervios no puedan curarse cuando les afecta una infección y pueden incluso morir. Cuando una caries no se trata, llega a alcanzar a los nervios y los mata.
¿Qué efectos provocan en los pacientes que lo sufren? Pues les causa dolor, inflamación, infecciones, molestias, etc. Por eso hoy queremos contaros cómo se realiza este tratamiento.
En primer lugar, hay que retirar el tejido muerto que hay dentro del diente. Para ello se hace un pequeño agujero en el diente y se procede a la extracción de este tejido con unos instrumentos especiales. Cuando está limpio, para evitar que el espacio que se ha quedado vacío sea ocupado por microorganismos perjudiciales, se rellena con un material plástico.
Tras esto, solo queda tapar el orificio que se ha hecho anteriormente con un empaste. Dependiendo de cómo se haya quedado el diente, será recomendable poner una corona o hacer una reconstrucción dental.
Por lo tanto, para evitar este proceso y posibles molestias, lo más importante es mantener una cuidada higiene dental.
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