Cada vez son más los adultos que dan el paso para solucionar sus problemas de oclusión o simplemente para verse mejor. No olvidemos que una boca con problemas nos avergüenza y nos impide relacionarnos con normalidad.
Muchos adultos cuando llegan a nuestra clínica vienen pensando que son ya muy mayores para llevar aparatos, pero no es así. La vida se ha alargado mucho y queremos vivir con calidad.
Los pacientes mayores son nuestros mejores pacientes. Han vivido años con su problema y cuando descubren lo que es una sonrisa bonita y una boca funcional, son felices y así nos lo transmiten. Todos nos dicen: ¡Qué pena no haberlo hecho antes!
Síguenos